martes, junio 07, 2005

SOLEDAD

COMO DUELES EN LOS LABIOS
COMO DUELE EN TODOS LADOS
COMO DUELEN SUS CARICIAS
CUANDO YA SE HA IDO

COMO ME DUELE LA AUSENCIA
COMO EXTRAÑO SU COLOR DE VOZ
COMO FALTA SU PRESENCIA
EN MI HABITACIÓN

COMO DUELE EL INVIERNO
COMO DUELE EL VERANO
COMO ME ENVENENA EL TIEMPO
CUANDO TU NO ESTAS

COMO DUELE ESTAR VIVIENDO
COMO DUELE ESTAR MURIENDO ASI
COMO ME DUELE HASTA EL ALMA
EN MI HABITACION

COMO DUELES EN LOS LABIOS
EN TODOS LADOS SOLEDAD

COMO ME DUELE NO VERTE
COMO DUELE EN MADRUGADA...

(COMO DUELES EN LOS LABIOS, MANA)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si hubiera sospechado lo que se oye después de muerto, no me suicido.
Apenas se desvanece la musiquita que nos echó a perder los últimos momentos cerramos los ojos para dormir la eternidad, empiezan las discusiones y las escenas de familia.
¡Qué desconocimiento de las formas! ¡Qué carencia absoluta de compostura! ¡Qué ignorancia de lo que es bien morir!
Cualquier cadáver se considera con derecho a manifestar a gritos los deseos que había logrado reprimir durante toda su existencia de ciudadano, y no contento con enterarnos de sus mezquindades, de sus infamias, a los cinco minutos de hallarnos instalados en nuestro nicho, nos interioriza de lo que opinan sobre nosotros todos los habitantes del cementerio.
¡Ah, si yo hubiera sabido que la muerte es un país donde no se puede vivir!...


Girondo